Por Alba González (1ºB)
Todo el mundo en España sale a los balcones, terrazas y ventanas para aplaudir.
El COVID-19 se originó en la ciudad China en Wuhan. Tras llegar a más de cien territorios empezó a propagarse poco a poco por Italia, España y después por todo el mundo originando una pandemia.
Ahora estamos confinados en casa desde el 14 de marzo. Ese fin de semana, el Presidente del Gobierno, viendo la situación, declaró el Estado de alarma para intentar que no se propagase más el COVID-19, ya que este virus se contagia más rápido que la gripe, pero es menos peligroso. Se contagia de persona a persona mediante pequeñas gotas de saliva que se emiten al hablar, estornudar, toser o espirar y sobre todo afecta más a las personas de avanzada edad.
Desde que estamos confinados estamos saliendo todos los días desde el 14 de marzo a las ocho de la tarde a las terrazas y a las ventanas para agradecer su trabajo a los sanitarios, policías, guardias civiles, a la Unidad de emergencia del Estado, a los trabajadores de los supermercados, a las farmacias, y a los estancos… En definitiva, a todos los que están en primera fila todos los días expuestos al contagio tan durísimo de esta pandemia y expuestos ellos mismos poniendo en peligro a su familia.
Es una forma de agradecer a todos el esfuerzo tan grande que están haciendo por nosotros.
A mí me parece duro y bonito lo que están haciendo. También los policías y las ambulancias nos están dando ánimo con las sirenas, en las calles principales.