Por Arturo Sepúlveda (1ºA)
Ya ha pasado más de un mes de confinamiento y el lunes podremos salir a algunos lugares sin alejarnos más de un kilómetros de nuestro hogar; pero solo unos pocos, los que tenemos menos de catorce años y acompañados por un adulto durante una hora. Hasta entonces, estos días he estado haciendo una rutina un poco diferente: por la mañana me levanto, desayuno y hago algunos deberes; luego me conecto a las clases virtuales y por la tarde hago otros cuantos deberes para acabar la tarea de la mañana y empezar la nueva. A las ocho salgo al balcón a aplaudir.
Me siento un poco agobiado de estar siempre en la casa. Echo de menos salir y tengo ganas de que esto acabe, muchas ganas…
Antes podía salir a la calle, al instituto, al parque…, aunque ahora por ejemplo estamos más unidos, es decir, jugamos a juegos de mesas, vemos películas…
En general, hacemos más cosas juntos; aunque bueno, lo que podemos, claro.